
Columna de opinión por Pía Godoy
Ya es común
ver en adolescentes y adultos errores ortográficos o mala utilización de las
palabras, gatillados principalmente por no leer o por no entender lo que se
está leyendo. En países desarrollados a diferencia del nuestro, las personas
dedican tiempo de ocio a la lectura, considerándola como una forma de
distracción y entretención. No así en Chile, en donde la lectura se realiza de
manera prácticamente obligada, por razones académicas o laborales, sin ir más
lejos en los colegios como parte de sus planificaciones educacionales se les
exige a los estudiantes leer determinados libros, esperando que sean capaces de
analizar, entender y concluir con respecto a ellos; Sin embargo, el uso y abuso
de la tecnología ha permitido reemplazar la lectura por los famosos
“audiolibros” en donde un locutor se encarga de relatar el texto y así los estudiantes no se ven en la necesidad de
leer, por lo cual su redacción y ortografía siguen siendo paupérrimos.
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